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Su utilización culinaria, se emplea fácilmente como aceite de freír y como producto añadido a otros alimentos, tal como el helado, las margarinas, mantecas, confitería, galletas, sustitutos de la grasa de la leche o de manteca de cacao.
Además, se usa como materia prima en la producción de biodiésel o biogasóleo; es parte clave, también, de la fórmula de jabones y detergentes por estar presente en sus tensioactivos, así como alternativa a la cera la parafina, para fabricar velas.
Como mencionamos antes, uno de los grandes usos del aceite de palma, es en la industria cosmética. Por su untuosidad, es una base óptima para muchos productos de belleza y cremas corporales.
Es uno de los más utilizados y con mayor producción en el mundo, seguido del aceite de soja. Este aceite se obtiene del mesocarpio de la fruta de la palma de las especies africanas Elaeis guineensis y Elaeis oleifera. Por lo general, se utiliza tanto en la industria cosmética como en la alimentaria.
¿De qué se compone el aceite de palma?
El aceite de palma es saturado hasta en un 50%, su composición en promedio es:
40-48% ácidos grasos saturados (principalmente palmítico)
37-46% ácidos grasos monoinsaturados (principalmente oleico)
10% ácidos grasos poliinsaturados
